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yoga

Los beneficios del yoga son muvhos y más si tenemos en cuenta el estrés y la cantidad de estímulos a los que estamos sometidos cada día.

Con la práctica periódica de las asanas, respiración, relajación y meditación notaremos una mejoría asombrosa en nuestra salud física, emocional y psicológica, a la vez que nos haremos más conscientes de nuestro cuerpo y respiración, nuestras emociones y procesos internos.

Yoga para todo: clases adultos, clases de yoga niños, yoga para mamás, papás y bebés, yoga embarazadas, yoga tercera edad...

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Yoga prenatal

El yoga prenatal es una práctica específica de yoga que se realiza durante el embarazo, generalmente a partir del  tercer mes y hasta el día antes del parto si la mamá se encuentra bien y no hay contraindicación médica.

Aunque lo ideal es haber hecho yoga previamente para saber cómo funciona, nunca es tarde para empezar a practicar y notar sus beneficios en una etapa tan compleja y al mismo tiempo gratificante como es el embarazo. De hecho, las posturas más moderadas con las que comienzan los principiantes son las ideales para una mujer embarazada.

 

Se recomienda esperar al segundo trimestre para empezar los ejercicios si no estás acostumbrada a hacer yoga, pues para entonces el bebé ya habrá adquirido un desarrollo más avanzado. Sin embargo, con el ritmo adecuado puedes ponerte tan pronto como quieras.

Durante la etapa de gestación las mujeres tenemos unos requerimientos diferentes y especiales a nivel físico, emocional y mental que no pueden cubrirse con una práctica general del yoga.

En nuestro cuerpo se producen cambios a múltiples niveles que precisan de un movimiento, un trato y una comprensión distinta, más enfocada a la aceptación, la calma, el despertar del instinto y la salud emocional de la mujer.

La constancia en la práctica te permitirá aliviar malestar , tensión y dolor. Sabrás escucharte e interpretar las señales de tu cuerpo.

La práctica del yoga prenatal es una excelente vía de autoconocimiento y de disfrute del embarazo.

Es importante recordar que la práctica de yoga es voluntaria, es decir, es una decisión consciente por tu parte. Más allá de las recomendaciones de médicos o terceras personas, tú como mamá, deberías sentirte plenamente a gusto y cómoda con la práctica, con el grupo y con el profesor/a del centro.

 

Cualidades del yoga prenatal

El yoga prenatal se caracteriza por ser una práctica fluida, dinámica y envolvente cuya primera característica fundamental es el ambiente femenino y maternal que se genera en el propio grupo.

 

Las mamás comparten un espacio y una vivencia común que las une y las hermana a través de la práctica de yoga, es una forma de hacer  red, de compartir si así lo queremos nuestros miedos, experiencias, cambios, etc. Este factor es sumamente importante ya que ellas mismas generan un lazo común en el que se sienten acompañadas, comprendidas y apoyadas sin condición ni juicio en la gestación de su bebé.

En la sociedad en la que vivimos es común que en el momento en el que compartes la noticia de tu embarazo todo el mundo (incluso personas sin hijos) comienza a opinar, aconsejar, recomendar, prevenir, etc. Se deja poco espacio y a la vez es poco respetada la propia intuición de la mujer. En un momento de su vida en que está especialmente sensible y vulnerable vive un torrente de opiniones ajenas a su propia experiencia como madre que pueden hacerle sentir ambivalencia, dudas e inquietud.

En este sentido, el espacio creado en torno a la práctica de yoga prenatal cobra un sentido vital.

Es un espacio y un tiempo donde se permite, se respeta y se busca la conexión con tu sabiduría, con tus sensaciones, con tu poder innato y tu capacidad interior.

La práctica fluye a través de secuencias específicas definidas expresamente para el embarazo.

Son sesiones muy personalizadas porque cada asana (postura) y cada movimiento serán sentidos de distinta manera por cada mamá y sus cualidades físicas y emocionales del momento presente.

De este modo, siempre está disponible la opción de modificar la postura y buscar alternativas más adecuadas con herramientas y soportes.

Esto conlleva la necesidad de que sean grupos pequeños hasta un máximo de 10 mamás para que todas ellas se sientan igual de atendidas y cuidadas durante la práctica.

 

En el yoga prenatal se pone mucha atención en la respiración fluida y natural de la mamá y normalmente nos movemos en torno a ese ritmo interior de cada una de ellas.

Beneficios del yoga prenatal

Con el yoga prenatal frecuentas un espacio respetuoso para despertar y conectar con tu sabiduría femenina y tus necesidades propias como madre.

Dedicas una parte de tu tiempo a conectar de una manera muy diferente con tu bebé. A través de la conciencia, el respeto a la emoción presente, la respiración fluida y la aceptación de los cambios que experimentas que estás viviendo.

A través de las asanas estables y la respiración fluida generas espacio en el tronco que permite mayor comodidad para ti y tu bebé ya que este espacio extra amplía el hueco disponible para tus órganos y tus pulmones facilitando una respiración más amplia y generosa.

Mediante el movimiento liberas posibles tensiones musculares inherentes a los cambios físicos del embarazo.

Con la práctica regular aprendes a integrar el peso extra del embarazo a través de una postura limpia, equilibrada y consciente.

Mediante la práctica estableces una vinculación real con tu propia respiración. La respiración es el fluir interno de tu propio cuerpo y tus propios ritmos únicos e irrepetibles.

Sesión tras sesión activas la memoria celular de tu cuerpo. Llegado el momento de la dilatación y el parto esta memoria despierta y tu cuerpo recuerda fácilmente con qué movimientos te sientes cómoda y qué posturas te pueden ayudar a fluir con tu bebé en el proceso tan íntimo de dar a luz.

Como profesora de yoga me siento en la responsabilidad de facilitar un espacio y un movimiento que ayude a despertar la propia voz, el propio movimiento y la propia respiración natural de la mujer conectando con sus propios biorritmos y sus necesidades como madre.

 

Información, recomendaciones y consejos

El yoga prenatal no es sustituto del seguimiento médico ni lo pretende.

Es un complemento diario a tu rutina que conlleva unos efectos inherentes beneficiosos y deseables. Cualquier lesión, dolencia o malestar durante el embarazo debe ser llevado por la correspondiente matrona.

A través de la práctica la profesora transmite ineludiblemente su propia visión de la concepción y la maternidad pero en las clases no se impone, ni se critica, ni se demoniza.

Basándonos en el concepto global del yoga prenatal todas las opiniones son respetadas, dialogadas y compartidas en el grupo.

Tan sólo se da, de manera abierta, la información concreta que la mamá solicita o se le recomienda la lectura de libros o la asistencia a determinados espacios de maternidad para que ella misma forme su propia opinión consciente e informada del tema que le inquiete.

El objetivo principal que perseguimos con el yoga prenatal es proporcinar bienestar físico y emocional. Conectar con tu interior y tu bebé, creando el vínculo ya desde el embarazo, haciéndote consciente de tus procesos físicos y emocionales, aumentando tu confianza y seguridad en el proceso fisiológico.

Resumiendo, el yoga prenatal es un espacio donde puedes sentirte plenamente y disfrutar de los beneficios que la práctica de esta antigua técnica puede aportar en esta etapa tan maravillosa de tu vida.

 

Yoga para mamás y bebés

El objetivo de las clases para mamás con bebés es continuar con nuestra práctica de yoga permitiendo que el bebé nos acompañe. De manera que si necesita de nuestra atención y cuidados podamos atenderle en cualquier momento.

 

Podremos comenzar la práctica, siempre que no haya contraindicación médica, a las 4 o 6 semanas del parto, si ha sido vaginal, o a las 8 o 10 semanas si ha sido cesárea.

 

En las clases de yoga para mamás y bebés buscamos el bienestar físico y emocional tanto de la madre como del bebé, reforzar el vínculo y generar un especio  de escucha y conexión con nuestro bebé. En las clases realizaremos ejercicios para las mamás, practicaremos estiramientos y asanas, teniendo siempre muy presente el trabajo de respiración, además de relajaciones y meditaciones, conectando con nuestro interior fomentando la escucha de nuestro cuerpo y la toma de conciencia de nuestros procesos internos.

 El trabajo también va enfocado al suelo pélvico, aliniamiento de la espalda y a la gimnasia abdominal hipopresiva que trabajaremos a través de los bhandas de yoga. Estudiaremos  las necesidades de la madre, para aliviar molestias en la espalda, recuperar el tono abdominal y el suelo pélvico, teniendo siempre presente al bebé y pudiéndole atender en cualquier momento.

También realizaremos ejercicios y asanas, mamás y bebés juntos que nos permitirán reforzar el vínculo con nuestro bebé, fomentando la escucha y la comunicación.

Dedicaremos un tiempo de la clase a realizar ejercicios exclusivos para el bebé para fomentar su coordinación y su desarrollo psicomotriz.

Aprenderemos la técnica ancestral del masaje Shantala para bebés proveniente de la India.

Con las clases mamás y bebés se pretende crear un espacio donde las madres puedan compartir sus experiencias, en torno a la crianza y construir redes. 

A través de la práctica la profesora transmite ineludiblemente su propia visión de la concepción y la maternidad pero en las clases no se impone, ni se critica, ni se demoniza.

Basándonos en el concepto global del yoga  todas las opiniones son respetadas, dialogadas y compartidas en el grupo.

 

Tan sólo se da, de manera abierta, la información concreta que la mamá solicita o se le recomienda la lectura de libros o la asistencia a determinados espacios de maternidad para que ella misma forme su propia opinión consciente e informada del tema que le inquiete.

 

El objetivo principal que perseguimos con el yoga para mamás y bebés  es proporcionar bienestar físico y emocional. Conectar con tu interior y tu bebé, creando el vínculo ya desde el embarazo, haciéndote consciente de tus procesos físicos y emocionales, aumentando tu confianza y seguridad.

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